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sábado, 11 de diciembre de 2010

NUNCA SERE XENOFOBA




FOTO 1 TOMA DEL PARQUE INDOAMERICANO POR HERMANOS NECESITADOS DE VIVIENDA.

FOTO2: SEAMOS SOLIDARIOS CON EL PUEBLO PERUANO Y TODOS LOS PUEBLOS

FOTO 3: AYER COMO HOY. INMIGRANTES DE TODOS LOS PAISES ARRIBANDO A ARGENTINA EN BUSCA DE UNA TIERRA PARA TRABAJAR EN LOS PRINCIPIOS DEL SIGLO PASADO


Fui adoptada cuando tenía tres meses a causa de la separación de mis papás. Me crié en una familia de origen italiana, calabresa, para más dato por parte de papá. Mi mamá adoptiva era entrerriana, mezcla de criollos e ingleses.. Crecí y la vida quiso que pudiera tener dos matrimonios y un solo hijo.Con el tiempo, ya grande, luego de dos carreras universitarias, una frustrada por el Sr López Rega en 1975 y la otra abandonada por propia voluntad, porque decidí ser mamá tiempo completo. Tuve la necesidad de buscar mis raíces- ¿Quién era? ¿Dé donde venía mi familia?. Tenía hermanos? ¿Con quién compartiría mis ondas rockers, hipponas? ¿Porqué amo Italia y me seducen los tejidos artesanales? Y las mil preguntas que cualquiera que no se críe con sus papás se hace.

A los 54 años comencé a despejar dudas. Encontré que tenía cinco hermanos, unas cuantas tías, unos primos que jamás conoceré, unos sobrinos a los que jamás veré y hermanos que sé que están y a los que no trato. Mi relación es con mi hermana Graciela y mi tía Tesoro, con 88 años sobre sus espaldas y eventualmente con los hijos de mi hermano Miguel a los que adoro. Todo este preámbulo para terminar en la xenofobia porteña tiene sus razones. Buscando material étnico, cuando decidí saber quien era, quise validar mis medidas antropológicas y acudí entonces a la Asociación Argentina de Antropología y allí obtuve un dato que hoy es clave en los sucesos de las tomas de tierra en Soldati. El dato consigna que casi las tres cuartas partes de la población argentina somos descendientes directos de los pueblos originales. En algún punto en nuesro ADN, tenemos genes indígenas. Además todos tenemos sangre inmigrante, gallega, francesa, italiana, polaca y etc etc. Antepasados que llegaron también, como hoy llegan los hermanos bolivianos, peruanos, paraguayos y de otras naciones fronterizas en busca de una vida mejor. Corridos por el hambre y la miseria de sus naciones, escapando de los hornos nazis, de las guerras, de los abusos.

Por supuesto que ingresaron delincuentes. Tanto de los barcos, como hoy de las fronteras, arribaron y arriban narcos, putas, proxenetas, asesinos, violadores y cuanta alimaña pueda haber. Pero son los menos, es un mínimo porcentaje. Ahí debe intervenir la justicia. Los demas, el 95 por ciento, vienen a trabajar. A realizar el laburo sucio, el que nosotros no hacemos.

En un tiempo, cuando no ejercía mi oficio de periodista, porque no había trabajo para nadie, y menos para una subversiva anarca y peleadora por los derechos del hombre y los animales, digo, en esos años, me defendí con un negocio de gastronomía por unos pocos años, hasta que volvió el trabajo de periodista. Me fui de ese trabajo con una experiencia tan rica que amplió mi visión del panorama social.

Enfrente de mi negocio había una obra en construcción. Allí en pleno enero, colgados de los andamios en un edificio de diez pisos estaban los albañiles revocando paredes al rayo del sol. Eran paraguayos y venían de una villa de Morón. Ellos comían en mi boliche, yo les llenaba los platos hasta el borde, perdía plata, pero consideraba que debían alimentarse bien. A las siete de la tarde en punto terminaban su labor diaria y todos, capataz y obreros tomaban una cervecita en "La Maga" (nombre de mí boliche) . Recuerdo que cuando uno de ellos viajó al Paraguay me trajo una botella de la excelente caña paraguaya.

Tuve otra experiencia, esta vez con bolivianos, trabajando con mi gran amigo Alberto, en redes de cloacas en San pedro Bs As, vi a los bolivianos laburar como topos, ingresaban por una vereda para cavar el hueco por donde pasarían los caños, misteriosamente portando una vela que nunca entendí como no se apagaba por la falta de oxígeno, y salían impecablemente al otro lado, en una línea recta perfecta. Todo esta hazaña, previo tomarse una botella entera de vino tinto u otra bebida alcohólica. ¿ Qué registro de la sabiduría de sus antepasados tendrían en sus ADN para utilizar de esta manera el alcohol?. Ganaban bien, pero su vida laboral era muy corta. Se llaman"enfermedades profesionales", en este caso morían con los pulmones llenos de tierra y muy jóvenes .

Estos dos ejemplos que viví a lo largo de mi vida sirven para ilustrar la situación. Podría agregar que tuve una ayudante en las tareas domésticas peruana que trabajaba como la mejor, que todavía tengo amistad con un boliviano albañil en Mar de Ajo, que me construyó una maravillosa parrilla que parece extraída de la cultura andina. me consta que la hizo "de memoria", como algo natural propio de la construcción de sus pirámides. Yo amo esas arquitecturas antropológicas.

Retomo el hilo de mi información personal. cuando por fin cerré el círculo de mis orígenes me encontré con gratísimas sorpresa y algunas no tan gratas, por cierto. La maravillosa fue saber que los papás de mis tatarabuelos eran Incas que bajaron de Perú, escapando de la miseria luego de que el imperio fuera arrasado por los conquistadores primero (les quitaron todo el oro y la plata) y casi llegaron al exterminio de la raza. Los pueblos Incas aguantaron demasiado en medio de revueltas por la reistencia al invasor y allá por el siglo IXX, el pueblo fue sumido en las miserias de las guerras y por el accionar terratenientes que los explotaban sin piedad. De allí vino mi familia paterna. portando un apellido Inca del que no tengo noticias, sino, cambiaría con gusto el Morales por el verdadero apellido de nuestra raza del Perú. El caso es que en el camino, me contó en parte mi hermana y en parte Tesoro, (historias que fueron pasando de boca en boca y de la cual dejo testimonio para el futuro), se toparon con unos curas que los bautizaron y les dieron el apellido “cristiano” uno de ellos le puso seguramente su apellido, Morales, despojando a toda una población de su verdadera identidad y bagaje cultural. Asi bajó el abuelo ancestral por el camino del Inca y llegó a Mendoza, (aún hay allí parientes) La familia se dividió en tres partes, una siguió para Buenos Aires, la otra siguió para el sur, a los pagos de Ceferino y otra quedó en Mendoza.

Esta es mi historia. Pero es un poco la de todos. Tomarse el trabajo de descubrir los orígenes de cada uno depara sorpresas. Las vinculaciones, los antepasados, las mixturas de razas y culturas, todo contribuye para que nos guste o no nuestros orígenes, los verdaderos. . De alguna manera o de otra somos parte de las tierras del sur. Somos “sudacas”, como nos llaman asquerosamente los europeos, que hoy han debido bajarse del caballo porque no pueden con la crisis. Si tenemos parientes paraguayos, alguna gota de guaraní hay en nuestro ADN; si tenemos papás del norte, tendremos línea de sangre de Diaguitas, Quilmes o Incas. Así del sur, Mapuches: de la Pcia de Bs As, Querandíes, Pampas y Charrúas, de los Andes, Huarpes, Tobas, Pilagás, de Chaco y Formosa; Comechingones de Córdoba y etc etc. En algún punto de nuestro registro de memoria histórica aparece un rasgo.

¿Cómo se vincula esto con los sucesos de la toma de tierras de Soldati? ¿Cómo podemos ser racistas? ¿Cómo nos tomamos el derecho de pensar en matarlos, humillarlos, despreciarlos si al final, todos venimos de los barcos, de los pueblos originales, de los criollos y para nuestra desgracia, también portamos una parte de los hijos de putas de los conquistadores, que ya se sabe, eran lo peor de la península ibérica, la peor calaña rejuntada en los barcos.

Yo al menos estoy orgullosa de mis raíces Incas. Ojalá pudiera recuperar aquel apellido perdido en un bautizo infame.

Hoy, estoy empecinada en saber de que pueblo de Italia vino mi bisabuelo, Francesco Novelli. Estoy tendiendo las primeras redes. Cuando lo sepa, haré todo lo posible para ir a desparramarme en su pueblo y respirar ese aire que llevo adentro, masticar su comida, beber su vino, traerme plantas robadas y emocionarme muy adentro y saber que es muy fuerte, muy visceral el sentimiento, tanto como hoy lo son para mí el picante de los Andes y el de la Calabria, la tarantella y la música andina, los mariscos y Joaquín Sabina. También sé que mi bisabuela era francesa y de ella heredé el gusto por la gastronomía, el buen vino y la buena champaña. Así que, por una cuestión genética, jamás podría ser xenófoba.

MARTA MORALES

4 comentarios:

  1. estoy dacuerdo con Pablo, tu vete a Machupichu e yo me iré a England y le dejemos Argentina vacia e todo a los duenos de tierra. bye bye !
    William (soy English)

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  2. CHICOS ESTAN EN EL LUGAR EQUIVOCADO.
    ESTE NO ES UN BLOG OARA LA DERECHA
    IGUAL, SE PERFECTAMENTE QUIENES SON
    IGUAL, NO RESPONDO PROVOCACIONES
    IGUAL, NI SE MOLESTEN, AL PEDO, YO SOY YO Y MIS PENSAMIENTOS.
    IGUAL, VOY A ESCRIBIR LO QUE SIENTO
    IGUAL, AUNQUE TENGA NOVENTA O CIEN, JE.

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  3. Sigo creyendo que estas en el lugar equivocado. Si fueras socialista militante no hablarias jamás de "organizacion benefica". Porque la filosofia del socialismo no tiene nada que ver con tu expresion, es decir lo que se busca es la reacticación del aparato productivo, fortalecer la industria nacional y nacionalizar las bancas, pero cero beneficencia y si trabajo en PYMES, cooperativas, industrias familiares y etc etc. Ahí recién estaríamos hablando de una distribucion justa de la riqueza.
    Yo no necesito aplausos porque ya estoy jubilada como periodista y de medios de izquierda. Ojo no soy comunista ni marxista. respeto de ellos algunas medidas populares que favorecen al pueblo, pero en relidad mis maestros son Michel Foucault y Sartre. Para mi Marx ya fue, es decir desde que el capitalismo dejó de ser de producción para transformrse en neoliberalismo que reacuda en el juego de las finanzas ya no creo en Marx. Es más creo que él no tuvo en cuenta este mundo informatizado y comunicacional. Te recomiendo "La filosofía y el barro de la historia" de José Pablo Feinmann

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  4. Debe ser lo mejor de lo mejor ser descendiente de Incas.

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