KAOS EN CASA DEL RUSO

Hace varios domingos estuve en un asado con gente bastante politizada que cabalgaban desde caballos pintos, pasando por azabaches, blancos y bayos. Curiosamente todos con la montura a la izquierda aunque ya lo dije, de varios colores de pelaje. Por suerte en mi condicion de anarquista, que somos aquellos que no tenemos caballo, montura, asnos ni siquiera dioses o mitos a quien rendirles necrofílicos homenajes año tras año, encontré compañía. Eramos tres anarcos en un grupo de seis parejas, dos hombres y yo. El calor, el vino, el riquísimo asado que asó el “ruso” a la cruz, ojo no la católica, sino donde terminó la pobre bestia inmolada en aras de nuestros instintos carnívoros. Seguramente resabios de cuando éramos retro-primitivos y comíamos las piezas de caza a dentalladas Bueno el tema es que la conversación giró en torno a la religión. Yo sostenía como anarquista que, como no estoy atada a bandería y grupejos infames , ni debo obediencia a nadie . ni repetir consignas de memoria tal como “lo que yo pienso es también la línea de mi partido”,( esto me lo dijo mi ALGUIEN muy solemne, como suele serLO cuando habla de los suyos). Por supuesto, lo miré de reojo y me reí hacia adentro muy profundo, pero con respeto a sus canas. Ya me estoy delirando, en fin dije que aceptaba cristianos que han sido ejemplo de solidaridad y lucha en el campo popular como el querido padre Mugica, Frei Beto, Angelelli, Puigjané y esos curitas villeros, que tantas veces me invitaron con un mate lavadito con cuatro palitos flotando, cuando ejercía mi perdido oficio de periodista. Por que atenti, ser anarquista no significa estar desideologizada, al contrario ser anarquista es tener la libertad de pensar con mi cabecita, aceptar las luchas populares, no las piqueteras dirigidas por algun hijo de puta trepador, y estafador que nos hizo mierda un proyecto periodistico barrial, tan original en si mismo, en su estructura revolucionaria, en la aceptación de putas, putos, travestis, travestis africanistas, sidosos, locos lindos y gente de microemprendimientos, como nunca se había visto en el suburbano bonaerense. Gente que jamás soñó ni por un segundo, que tendrían sus quince días de fama. Loco, íbamos más allá de mi amado Warhol, en lugar de 15 minutos, les ofrecíamos una quincena de distribución en los barrios, para que se conocieran sus miserias y aciertos. En fin, algún día se hará justicia (soy nieta de calabreses y 100% ‘ndrangueta!!!! ) Además, el hijo de puta no solo destruyó el proyecto, no me pagó el trabajo periodistico y amis compañeros, tampoco!!. Me fui de nuevo por las ramas. El tema es que, en el asado, alguien dijo “claro la gente busca una religión para poder sostener el kaos”
Y si, duele, sostener el kaos en soledad. Duele, pero me permite putear a gusto lo que no me gusta y emocionarme con el nieto cien encontrado por las Abuelas. Adorar a Estela de Carloto y recordar con asco cuando la izquierda pelotuda la silbaba. Sentirme orgullosa de ver a las Madres en un acto oficial, pero tambien carajear a Hebe y sus exabruptos. Mandarle una puteada a Cristina, su tren bala, la falta de política ambiental, los emprendimientos mineros que destrozan las entrañas de nuestra tierra y su falta de decisión en no tocar los grandes capitales que nos chupan la sangre (obvio, sería más divertido si al menos nos chuparan otra cosa y noa dejaran los dinerillos aqui, esos que se llevan a paraísos fiscales. Pero a la Cris la amo por su forma insolente de plantársele ala oligarquía, por su tonito de zumbona mosquita de verano. La amo por el Juicio a los torturadores, por hacerles sentir a la gente humilde que son personas, por la Asignación Universal por hijo y etc etc.
Yo me aguanto mi kaos. Me siento orgullosa de mi kaos y el de tantos como yo que andamos sueltos por ahí. Nos olemos, nos encontramos, no nos volvemos a ver, pero estamos. Somos los “lobos esteparios”, los que amamos el rock, los directores de cine independientes y aceptamos a catolicos, judíos, putos, putas y al perro de la calle tan anarquista como nosotros. Y para terminar un aguante a Bruce, mi perro, que odia los collares, las cadenas, la pipeta antipulgas y no quiere que lo jodan con pelotudeces como “lindo perrito”. Cuidate, mi perro te come la mano!!!. Es anarquista.