viernes, 6 de agosto de 2010
VERDE QUE TE QUIERO VERDE
La absenta o la canción del hada verde
La absenta tiene una historia muy espectacular. Henri Louis Pernod, que compró la receta del doctor suizo Ordinaire, comenzó la destilación de absenta en Suiza en el año 1797 y después siguió la producción en Francia.
La Absenta se volvió la bebida más popular del siglo XIX y artistas famosos como Van Gogh, Manet, Rimbaud, Verlaine y Picasso entre otros muchos contribuyeron a hacer aún más grande su popularidad. Defendían que la absenta potenciaba su creatividad, ya que la absenta tiene un componente psicoactivo.
Después de la Primera Guerra Mundial fue prohibida ya que se adujo que la absenta causaba daños en la salud. Este ha sido siempre un punto polémico, pero hoy en día la absenta está regulada y en la dosificación permitida es absolutamente inocua.
Los únicos países en los que nunca se ha parado la producción de absenta son España y Portugal. Estos son los únicos países donde se puede encontrar hoy en día la absenta según la receta tradicional del siglo XIX.
ALGO MAS QUE HADAS SOBRE EL AZUCAR
La aclamada película Moulin Rouge contribuye al resurgimiento de una bebida considerada durante mucho tiempo maldita, la absenta, a veces peligrosa y prohibida en algunos países. También en el Drácula de Francis Ford Coppola, el vampiro más romántico de la historia del cine invita a su amor con una copa de ajenjo.
Si lo largo y tortuoso es el camino de la fama, igualmente lo es el de la absenta, prohibida por peligrosa en muchos países, y quizás una de las bebidas con una mas larga y tortuosa leyenda negra a su espalda. La absenta, a parte de sus conflictivas relaciones amorosas, estuvo detrás del tiro que descerrajo el poeta Verlaine sobre el puño del joven y también poeta Rimbaud, y posiblemente fue responsable a su vez del intento de ataque de Van Gogh a Paul Gauguin, con la misma navaja que esa noche utilizo para cortarse la oreja. Claro esta que muchas botellas de absenta hay que haber ingerido para llegar a tales locuras.
El primer sorbo, en cambio, como se muestra en el filme Moulin Rouge, es magia, potenciada por el propio espíritu festivo de esta película musical que esta contribuyendo el resurgimiento de una bebida muchas veces maldita. la absenta, conocida como “el hada verde” en los días de la bohemia en este cabaret parisino, icono de todo un modo de entender la vida. Tras el primer sorbo, el primero en la vida de un provinciano joven que llega a París con la intención de triunfar, el mito se cumple: se aparece el hada verde, el hada alucinatoria del aceite de ajenjo, diminuta y bailarina, cantando su canción, la canción del hada verde, tan grata a los oídos del audaz bebedor de absenta.
Quizás algunos espectadores habrán podido confundir esta canción con una reinterpretación de Campanilla de Cobre, el hada malhumorada que acompaña a Petera Pan a lo largo de sus aventuras en el País de Nunca Jamás. Ya sea de una forma o de otra, parece obvio que la canción del hada verde, como todos los rituales mágicos, esta repleta de peligros.
Aunque, mas allá del riesgo, con un sorbo de absenta podremos vivir por un instante del modo mas nítido toda una época llena de mitos y misterios, sentir como de ahora la lucha por la libertad, la verdad, la belleza y el amor que emprendieron en 1900 estos niños de la revolución, simbolizados en la película por un pintor. Toulouse-Lautrec, disfrazado de sitar indio con una sempiterna botella de absenta entre sus manos.
UN POCO DE HISTORIA de esta bebida se comenzó a fabricar durante la Revolución Francesa, tras la posible invención en Suiza por parte de un medico francés llamado Ordinaire. Contenía aceite de ajenjo (con un supuesto poder alucinógeno) y otras hierbas.
El siglo XIX supuso un indescriptible auge de este anisado. “Peligro verde”, “el hada verde” o “la hora verde” fueron términos habituales.
Consumidores de este licor fueron. Van Gogh, Gauguin, Degas, Toulouse-Lautrec, Verlaine, Rimbaud, Picasso, Malraux y Camus.
A principio del siglo XX, se prohibió en casi todos los países el aceite de ajenjo.
RITO DE LA ABSENTA. Para que el rito se realice, primero debemos cumplir con el rito del bebedor de absenta y consumirla como se hacia clásicamente: se servia en un vaso ancho, vertiéndose sobre una cucharilla agujereada de plata en donde se depositaba previamente un terrón de azúcar, que se iba disolviendo al paso del licor y del agua, siempre muy fría.
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GRACIAS RAUL. ESPERO ME VISITES SEGUIDO Y TE SEAN GRATAS MIS NOTAS. YO TAMBIEN INGRESARE EN TUS ENLACES. UN BESO
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